En los últimos tres años, en el Tolima se han graduado cerca de 450 profesionales en programas vinculados al periodismo.

Teniendo en cuenta que en el departamento hay 5 facultades de comunicación social y periodismo, todas ubicadas en Ibagué. 

 Existe esta carrera en la Universidad del Tolima, la Universidad de Ibagué, la Uniminuto, la Unad y la CUN.

Esta sobrepoblación de potenciales periodistas, riñe directamente con interrogantes acerca de la calidad de formación que reciben estos nuevos profesionales, las condiciones de trabajo que se les ofrece y la cantidad de oportunidades que pueden tener en el mercado laboral de la región. 

“La Universidad del Tolima no creo que enseñe periodismo, da algunos cursos sobre formatos periodísticos, pero si uno quiere ser periodista le toca aprender de forma independiente; dar información no necesariamente significa que uno es periodista”, manifiesta Daniela Álvarez, estudiante de décimo semestre de esta institución.

“La verdad es que uno nota que muchos compañeros no se están formando para ser verdaderos periodistas, sino como fábricas de información, entre más rápido, conciso y poco veraz salga la notica, mucho mejor”, complementa la estudiante. 

En contraste a esto, una estudiante de la Unibagué, María Alejandra Ávila, sostiene que, “me parece buena la formación que recibimos, acá existe la cátedra Javier Darío Restrepo, contamos con un Club de periodismo para los estudiantes que quieren aprender más allá de las meras clases, entre otros espacios que nos brindan herramientas para trabajar bien el periodismo”.

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Hay que tener en cuenta las condiciones de empleabilidad a las que se enfrentan los jóvenes periodistas de la región. En muchos casos les pagan únicamente por la publicidad que puedan vender, un básico de medio mínimo por una cantidad considerable de trabajo, o en el mejor de los casos, un salario mínimo completo.  

“Te gastas cinco años de tu vida, o incluso más tiempo, formándote para brindar cierto tipo de información y a cambio lo que recibes es un sueldo de $800.000 y una cantidad de trabajo exagerada”,  expresa una joven estudiante que intentó incursionar en el oficio, quedando decepcionada de la profesión.

Otro testimonio de una estudiante expresa que, “ya casi no se da el trabajo de reportería para indagar o investigar, solamente es la repetición de la ‘repetidera’, cambiando algunas cosas para que no quede igual a otros, pero investigación como tal no se hace en la región”. Quizás el afán por la cantidad pareciera sacrificar a la calidad del oficio periodístico, entonces ¿Cómo se le puede exigir rigurosidad y profundidad a un joven periodista?

Pese a este tipo de testimonios tan recurrentes en estudiantes ad portas de graduarse, para las últimas convocatorias de la Universidad del Tolima, acaban de inscribirse poco más 100 aspirantes a Comunicación Social – Periodismo, de los cuales 45 fueron seleccionados para este semestre A 2020.

A todo esto se le podría sumar incluso el estrecho círculo en el que se desenvuelve el periodismo de la región. Son pocas las vacantes, escasos los nuevos empleos que se generan y no son muchos los medios independientes que logran mantenerse vigentes.