Por: Humberto Leyton

Metafóricamente hablando, el gol que quedará en la retina y en la memoria por mucho tiempo de los ibaguereños y tolimenses, será la excelente iluminación del estadio Manuel Murillo Toro, principal escenario deportivo de esta región.

En esto están de acuerdo hasta los adversarios y enemigos del principal gestor de esta obra, el alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo; además de incluir la opinión unánime de la prensa deportiva local, regional e internacional que no han dudado en reconocer y exaltar el trabajo que se realizó, donde la cadena especializada en estos temas Fox Sports, calificó el alumbrado con 10 puntos sobre 10. Esta iluminación está catalogada entre las tres mejores de los estadios de Latianomérica.

La anotación marcada en la noche del 5 de marzo de 2019, por Danovis Banguero en el primer tiempo del partido Deportes Tolima-Atlético Paranaense de Brasil, que le dio el triunfo al local por la mínima diferencia dentro del torneo de la Copa Libertadores, quedará en las estadísticas de ese deporte, pero el arreglo y solución definitiva al alumbrado de este coliseo será recordada por varios años, máxime si se tiene en cuenta que era una promesa incumplida por varios mandatarios locales, y que el anterior, el fatídico Luis H. Rodríguez, había invertido una suma superior a los siete mil millones de pesos, que ingresaron a los bolsillos de los que defraudaron los Juegos Nacionales 2015 de Ibagué y que no hicieron nada. También se robaron ese dinero.

Por eso, cobra importancia las luces que se encendieron en este partido, si tenemos en cuenta que desde hacía cerca de 50 años, no se registraba un arreglo de tal magnitud en el Murillo Toro, donde en escasos 100 días y con una inversión superior a los siete mil 400 millones de pesos, se logró cumplir el cometido en el que muchos fallaron.

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Esto despeja dudas, desmiente calumnias, mentiras y manipulaciones informativas que algunos medios propagaron con intenciones polítiqueras de hacer daño y desprestigiar a la administración local, cuyos responsables son los mismos que quieren rencauchar a Luis H. Rodríguez y toda su corruptela a través de supuestas nuevas caras y renovados métodos de mentir.

Pensamos que este logro no es solo de Jaramillo, sino de toda la ciudadanía, de los que pagamos impuestos,  de los funcionarios y empresas como Infibagué que lo acompañaron en esta tarea. Además, consideramos que es la cuota inicial de nuevas entregas de obras e inauguraciones que se vendrán en los próximos meses de escenarios deportivos, entre ellos: el estadio auxiliar del Parque Deportivo, el estadio de Atletismo, el patinodromo, las piscinas olímpicas y el coliseo de la Unidad Deportiva de la 42, para citar cinco únicamente.

Esta tarea se hace mucho más meritoria cuando se sabe que los recursos que se están invirtiendo son propios del municipio. Que los 25 mil millones que se tuvieron que regresar a Coldeportes aun no han sido devueltos a Ibagué, y que se hacen titánicos esfuerzos para juntar 171 mil millones de pesos, suma presupuesta para concluir en su totalidad los escenarios. Así se trabaja para pagar el precio del desfalco de  más de 80 mil millones de pesos, que dejó la corrupta administración anterior, que salvo la condena del artífice Orlando Arciniegas a 27 años de cárcel, el resto son penas accesorias y casi burlonas que no resarcen los perjuicios causados a las sociedad y los ibaguereños.

Las luminarias del Murillo Toro, significan un gol anotado con trabajo y compromiso, que pese a la crítica despiadada y con mala intención, en algunos casos, no han permeado la coraza de cocodrilo de Jaramillo. Es también el a nuncio que en Ibagué las cosas están cambiando, se está transformando.

Bienvenidos este tipo de goles. !Esperamos se repitan con frecuencia¡