No nació en el Tolima, pero es un enamorado como el que más de la tierra del vino tinto y oro.

Hace 40 años llegó a Ibagué. Dos estudiantes de economía, tolimenses, que conoció en la Universidad Nacional en Bogotá mientras él se desempeñaba en el Centro para el Desarrollo del Alma Mater, vieron que tenía unas cualidades excepcionales y que traerlo al Tolima sería una acertada decisión. No se equivocaron Pedro León González y Jorge García Orjuela no se imaginaban que se iban a traer para el Tolima a uno de los más grandes compositores de la música colombiana: Jorge Humberto Jiménez Bernal.

No se lo imaginaron porque el maestro Jorge Humberto lo trajeron por su erudición en el tema educativo, jamás pensaron que con él venía un compositor en potencia. Como filósofo de la Universidad Javeriana y publicista de la Universidad de América, con una maestría en educación en Estados Unidos, hijo de padres educadores, pues el resultado no podría ser otro que educación y más educación y la música era el mejor complemento.

Por eso los dos amigos economistas le ofrecen una consultoría en el Comité Departamental del Cafeteros en el programa de ‘Educación Rural’ y se vincula a Prohaciendo. Y desde ahí empieza a recorrer la zona rural del Tolima, de la mano del periódico Tolima Cafetero. “Creo que conozco más el Tolima que muchos tolimenses, lo he recorrido todo, en especial la zona rural”, dice.

Y es que Jorge Humberto nació en Ubaté Cundinamarca y el amor por la música nació ahí de niño viendo a su papá tocar el tiple, y como profesor viéndolo organizar bandas musicales, “Ese clima me marcó para la música”, afirma.

Pero la música no la tenía en el radar como algo sustancial, como si fuera el eje de su vida, era más hobby, pero así y todo un día se decidió a estudiar música, renunció al trabajo, vendió lo poco que tenía y se matriculó en la Universidad Pedagógica de Colombia a estudiar música. Era una época estudiantil agitada por las protestas. En una de esas huelgas cancelaron el semestre y “me quedé con una mano adelante y otra atrás”, dice, y añade que fue un momento difícil.

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Pero ya la música lo desvelaba, la música era su ensoñación. En ese camino recuerda que conoció grandes personajes, el maestro Francisco Cristancho, Luis Lizcano y el maestro César Zambrano.

Nace ‘Canta un Pijao’
Si hay una canción representativa del Tolima, es ‘Canta un Pijao’, una letra inspirada en lo que evoca la extensa y mágica zona rural del Tolima, recorrida palmo a palmo por Jorge Humberto. Y fue en el Líbano, en el desarrollo del programa ‘Viva nuestra escuela’, dentro del proyecto formación de jóvenes rurales que el maestro Jiménez se inspira. “Los paisajes, la laboriosidad de la gente, el empuje de los jóvenes, eso fue muy inspirador”.

Escrita la letra, aparece un concurso de La Voz del Tolima “La canción inédita tolimense” y concursa. No gana. Ocupa el segundo puesto, pero aparece en escena otro gran porta estandarte de la música tolimense, el reconocido tiplista, Juan Pablo Hernández, quien se enamora de la canción y le pone alas. La lleva a cuanto encuentro musical asiste en el país. La canción gustó, la canción pegó, la canción se quedó sembrada para siempre en el corazón de los tolimenses y colombianos.

Jorge Humberto Jiménez, quien tiene 230 canciones compuestas, la mayor parte para niños, dice que la admiración que siente y tiene por el Tolima se refleja en las letras de sus canciones. “El departamento que mejor representa a Colombia es el Tolima. El Tolima es una Colombia chiquita, toda la diversidad cultural, étnica y geográfica la tiene el Tolima”. Jorge Humberto podría decir - me siento orgulloso de ser tolimense-, y es que el maestro Jorge Humberto es más tolimense que todos.

Pero hay que adquirir el libro del investigador Humberto Galindo para conocer y multiplicar la vida de un hombre que como Jorge Humberto Jiménez le ha hecho un inmenso aporte cultural al Tolima.