Testimonios recopilados de usuarios del transporte público por periodistas de El Cronista.co dejó en evidencia que un pequeño grupo de busetas y vehículos de carga, especialmente, actúan como verdaderas "chimeneas andantes", emitiendo niveles alarmantes de contaminantes en el aire. Esta situación plantea interrogantes sobre la falta de autoridad y control por parte de las autoridades locales.

Y es que, durante el Día sin Carro y Moto, la ausencia de vehículos particulares no ha sido suficiente para contrarrestar los efectos negativos de la contaminación vehicular, especialmente en lo que respecta al transporte público. Los ciudadanos se preguntan dónde están las autoridades de tránsito y cuál es su coordinación con entidades ambientales como Cortolima.

Estos días sin carro y moto no solo deberían servir para concientizar sobre la importancia de reducir el uso del automóvil, sino también para que las autoridades refuercen los controles y exijan el cumplimiento de las normativas ambientales y de mantenimiento preventivo de los vehículos en circulación.

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Al término de la jornada, la comunidad espera que las autoridades no solo se enfoquen en sancionar a los conductores que incumplen las normativas locales, sino que también tomen medidas concretas para inspeccionar y multar a aquellos vehículos que no realizan los debidos mantenimientos preventivos. La contaminación generada por estos vehículos no solo afecta a los conductores, sino que repercute en la salud de todos los ciudadanos que se desplazan a pie por la ciudad.

Katherine Rojas, estudiante universitaria expresó a El Cronista.co que es fundamental que desde la alcaldía se tome en serio este problema, ya que la contaminación del aire es un asunto que nos concierne a todos y que exige acciones urgentes y efectivas.

Es imperativo que las autoridades locales asuman su responsabilidad en la protección del medio ambiente y la salud pública, garantizando que la calidad del aire en Ibagué sea un derecho fundamental para todos sus habitantes, puntualizó.