Barreto dijo que había tomado la decisión de entregarle a la institución dicha cuantía de dinero. Sin embargo, lo que ha llamado la atención es que el gobernador se está adjudicando “ayudas” que no llegaron por su voluntad, sino por una demanda que el Juzgado Séptimo Administrativo del Circuito de Ibagué falló en contra del departamento por el incumplimiento de transferencias que la gobernación tiene desde el año 1993 con el alma mater.

Sobre la demanda

Todo comenzó en el año 2011 cuando un grupo de docentes de la Universidad del Tolima, representados por el catedrático Jaider Frederich Acosta Guzmán, con el ánimo de velar por los derechos y la sostenibilidad de la institución, realizaron una acción popular en contra del Departamento y la Asamblea del Tolima.

Desde 1993 hasta la fecha, la Gobernación se encuentra en mora en el pago de sus obligaciones, con lo cual la Universidad ha dejado de percibir recursos para su sostenimiento.

Sin embargo, El Juzgado Séptimo Administrativo del Circuito de Ibagué, en primera instancia determinó que los demandados tendrían que pagar la deuda a partir del año 2010.

El fallo salió en el último año del primer mandato de Barreto y quedó en firme iniciando el periodo de Luis Carlos Delgado. Es este decía que se obligaba al departamento a que presupuestara una partida para la universidad a partir del año 2012. Tiempo después, en agosto del año 2015, el juzgado determinó que la gobernación tenía que darle a la UT 5.800 millones de pesos por las vigencias 2010 y 2011. No obstante, por un cruce de cuentas que hubo entre las dos partes, el juez fijó un restante de 1800 millones de pesos para la universidad.

Ahora bien, queda claro que estos recursos que se transferirán a partir de la otra semana al alma mater, son gracias a un fallo judicial que se  inició en el año 2011 y no por “generosidad” del gobernador Barreto.