La Ruta de la Palma, destacada por su atractivo turístico en naturaleza, avistamiento de aves, y recorrido por la palma insignie de los colombianos, se convierte en un punto de convergencia para los alcaldes de Ibagué, Cajamarca y Salento. El encuentro en el corregimiento de Toche, Ibagué, no solo simboliza una colaboración esperada, sino también una oportunidad para impulsar el desarrollo en la región, especialmente para los habitantes del Tolima.

Aunque la ruta ha generado más beneficios para el Quindío, Salento ha demostrado ser un modelo en la potenciación de sus encantos naturales, arquitectónicos y gastronómicos. La reunión se centró en aspectos clave como movilidad, sostenibilidad e inversión en el campo, con el objetivo de generar un desarrollo basado en el turismo.

En este encuentro estratégico, los mandatarios locales delinearon planes para trabajar en conjunto en la Ruta Bolivariana, comprometiéndose a impulsar el turismo y abordar necesidades sociales y educativas. Johana Aranda, alcaldesa de Ibagué, destacó la importancia de la inversión en educación, cultura y deporte, subrayando que la colaboración beneficiará a todos los participantes.

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La alcaldesa también recordó que el 80% de la Palma de Cera pertenece a Ibagué, alentando a los visitantes a explorar Toche como una puerta de entrada al Volcán Cerro Machín y otros tesoros que ofrece la ciudad. Además, el alcalde de Cajamarca, Camilo Valencia, se comprometió a mantener en buen estado las vías para facilitar el turismo y la producción en la región.

Durante la jornada, se discutió la conexión entre las veredas San Lorenzo y Tapias, con el objetivo de fortalecer los lazos comunitarios. El alcalde de Salento, Santiago Morales, resaltó la importancia de una alianza estratégica entre las tres poblaciones, enfocándose en mejorar la conectividad para reducir la intermediación en el campo.