La Ley de Financiamiento, o reforma tributaria, que buscaba recaudar $16,3 billones para financiar el Presupuesto General de la Nación de 2027, fue hundida en su primer debate en la Comisión Cuarta del Senado.

El hundimiento se produjo luego de que la comisión negara la ponencia positiva del Gobierno con 9 votos por el no y 4 por el sí, pese a los ajustes que se habían introducido y que habían generado tensiones internas.

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La congresista Sonia Bernal advirtió que, con los cambios realizados, la ponencia final apenas permitiría un recaudo de $3,7 billones, muy lejos de la meta original, lo que dejaba una reforma sustancialmente distinta a la presentada por el Ejecutivo.

Desde el debate previo, las comisiones económicas del Senado ya habían mostrado una inclinación mayoritaria por hundir la iniciativa, luego de que se produjera un empate con las comisiones de la Cámara de Representantes y se denunciaran presuntas “jugaditas” del Gobierno para evitar su caída.

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Tras la decisión, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, señaló que el voto de los 9 senadores desconoce lo aprobado previamente por las mayorías de Cámara y Senado, que habían incorporado esos recursos al Presupuesto General de la Nación.

Aseguró que evalúan varias medidas, entre ellas, declarar una emergencia económica. “Han generado una situación de dificultades para la implementación de varios proyectos sociales, razón por la cual el Gobierno va a analizar cuidadosamente las decisiones necesarias para asegurar el cumplimiento de las metas sociales establecidas en el plan de desarrollo”, indicó el ministro.

En la ponencia final de la reforma tributaria, fueron eliminadas medidas como el impuesto a las iglesias, el IVA a la gasolina y ACPM para 2026, el margen minorista del GMC, el impuesto a cirugías estéticas y exposiciones, el impuesto al transporte de valores, la derogación del descuento a dividendos, el aumento de la tarifa marginal de renta, y la sobretasa al carbón equiparada al petróleo. Estas decisiones reducen de manera significativa el recaudo previsto inicialmente, quitando varios artículos que generaban alta controversia.

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Reacciones

El excongresista Gustavo Bolívar afirmó que este es “el peor Congreso de todos los tiempos, el más inhumano y corrupto; el que no vota sin recibir nada a cambio. Acaba de hundir la reforma tributaria y condena a Colombia a más desigualdad”.

Por su parte, la senadora Angélica Lozano señaló, "Celebramos que se hundieran más impuestos para la ciudadanía. Invitamos al Gobierno a parar el derroche y la politiquería con los recursos públicos”.

El presidente Gustavo Petro también reaccionó y señaló: “El hundimiento de la ley financiera, como era predecible, no es más que el desarrollo del odio político por encima del interés nacional. Nadie cuerdo puede decir que, ante un déficit, no se deben obtener más recursos de una economía boyante y de unos megarricos que han duplicado sus utilidades gracias al encarecimiento de la deuda pública: un mecanismo construido por el Banco de la República para transferir decenas de billones de pesos de la sociedad a los megarricos”.