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Fernando Varón: el hombre del vacilón que hizo eterno el vallenato en la radio colombiana

Fernando Varón: el hombre del vacilón que hizo eterno el vallenato en la radio colombiana

Fernando Varón, el hombre del Vacilón

Por: Juan Sebastián Cañón


El nombre de Fernando Varón es ampliamente reconocido en la industria radial, no solo en el Tolima sino también a nivel nacional. Fercho, como cariñosamente lo llamábamos quienes compartimos con él, supo ganarse un lugar en la radio comercial del país gracias a su carisma, su suspicacia, su humildad y un estilo narrativo único, adornado con dichos y refranes que le daban ese picantico inconfundible a sus intervenciones. Su increíble capacidad para contar historias envolvía a los oyentes como si escucharan una radionovela; podía realizar salidas al aire con narración oral y monólogos como pocos locutores saben hacerlo.

Sin embargo, la habilidad que lo llevó al estrellato fue su profunda fascinación y conocimiento del vallenato. No en vano su chapa radial era “El hombre del vacilón”: cada intervención se convertía en un auténtico espectáculo, donde combinaba entretenimiento y pedagogía para enseñar sobre la historia del género, datos curiosos de las canciones y anécdotas que rodeaban a los artistas y sus éxitos. Nadie en el Tolima conocía tanto de vallenato como Fernando Varón, y esa alegría, pasión y disfrute que le despertaba este género musical la transmitía con generosidad en cada turno radial, conquistando a miles de oyentes.

Fernando Varón: Descubriendo habilidades y destrezas.

Fercho fue un amante empedernido de los micrófonos; desde muy joven, su mayor adicción fue uno de los medios de comunicación más tradicionales: la radio. “El hombre del vacilón” inició su trayectoria en Radio Policía Nacional, la 100.0, conocida como la emisora del salsero. Allí descubrió su talento para la programación musical, una habilidad que pocos locutores poseen, pues exige un amplio conocimiento de la música y su clasificación entre éxitos, clásicos y recurrentes.

Fue pionero en una destreza que los profesionales de la radio llaman curva musical: una técnica que consiste en ubicar cada canción con la precisión quirúrgica de un cirujano, buscando transmitir emociones, evitar que los oyentes se aburran o distraigan, y atraparlos con el encanto de la música que emite la emisora. Solía decir a sus discípulos radiales: “No se puede poner un clásico como Noche de arreboles del Joe y luego El perdedor de Franco de Vita. Eso no combina. Es como desayunar tamal con mazamorra”.

Fernando Varón: Los vallenatos de oro en Olímpica.

Con el paso del tiempo y la práctica, Fercho fue perfeccionando sus habilidades en programación y ampliando su conocimiento musical, siendo el vallenato su género predilecto, con el cual comenzó a hacerse conocido en la radio tolimense.

Fue en Olímpica Stereo 94.3 FM donde Fernando Varón daría vida a “Los Vallenatos de Oro”, un programa radial dedicado por completo a su gran pasión: el vallenato ventia’o. Allí compartía la historia del género en Colombia, curiosidades sobre las canciones —como el origen de sus nombres, el significado de las letras o las anécdotas detrás de cada composición—, además de hablar sobre los artistas y todo lo que envolvía el universo vallenatero. Este espacio lo convirtió en uno de los locutores más escuchados y queridos de una joven Olímpica Stereo que apenas comenzaba a posicionarse en Ibagué. Con una destreza narrativa extraordinaria, Fernando relataba historias que atrapaban al oyente, creando monólogos llenos de refranes, giros argumentales y una impecable construcción que transformaba cada emisión en una experiencia inolvidable.

Fernando Varón: su llegada como director de Radio Uno la de Uno 88.3 ¡Subile, subile!

Detrás del éxito de El hombre del vacilón siempre estuvo un pilar fundamental de la radio tolimense: su mentor, maestro y gran amigo. No se puede contar la historia de la radio en el Tolima sin mencionar a Marcelo Alzate, el maestro de maestros, la voz de oro y el rey de la sintonía, quien ha formado a generaciones de locutores.

Marce, como cariñosamente lo llamamos, llevaba más de 30 años en la radio y su sola presencia era sinónimo de excelencia; quién no recuerda el inconfundible sonido de “Marcelo ocelo ocelo ocelo” que marcaba las mañanas de la ciudad. Cuando RCN Radio le ofreció dirigir Radio Uno 88.3, ya tenía en su corazón otros planes: quería dedicar más tiempo a su familia y a las personas que amaba, después de una vida entregada a los micrófonos. Pero lejos de irse de la radio, Marcelo vio en su joven pupilo, Fernando Varón, a alguien capaz de continuar su legado. Propuso entonces aceptar la invitación solo parcialmente, asumiendo la dirección del noticiero y confiando a Fercho la conducción y dirección de Radio Uno.

Fernando había demostrado una habilidad extraordinaria: programaba música con maestría, relataba historias con pasión y con su programa Los Vallenatos de Oro había conquistado a miles de oyentes. Marcelo reconoció en él no solo un talento, sino un corazón entregado a la radio, capaz de liderar y mantener viva la magia del aire. Así, juntos cerraron un capítulo en la emisora naranja y abrieron otro en su nueva casa azulada, dejando atrás un legado de amistad, respeto y amor por la música que perdurará en la radio tolimense por siempre.

Fernando Varón: La consagración de un exitoso director de radio

Los años pasaron y el dúo Marce y Fercho solo cosechaba éxitos: Marcelo Alzate dirigía Las Noticias de Uno y Fernando Varón dirigía Radio Uno. Ambos enfrentaban un reto enorme: posicionar a Radio Uno en la región, conquistar oyentes, fidelizar a la audiencia y destacar el nombre de la emisora en un mercado dominado por pesos pesados como Tropicana, La Mega, la misma Olímpica Stereo —su antigua casa radial— y Tolima FM Stereo. El desafío no era fácil, pero juntos lograban lo impensable: llevar a Radio Uno a los primeros lugares de sintonía.

La disciplina y las habilidades de Fercho, quien era extremadamente meticuloso en todos los aspectos de su vida, le abrieron las puertas no solo de Radio Uno Ibagué, sino también de Radio Uno Fusagasugá, Radio Uno Girardot y Radio Uno Neiva, consolidándolo como el director del Tolima Grande. Fercho ya no solo incidía en la emisora ibaguereña; su voz tenía peso dentro del sistema Radio Uno a nivel nacional.

Sin embargo, pese al poder que tenía, Fernando nunca perdió la humildad y sencillez que lo caracterizaban desde niño. Su personalidad serena y tranquila transmitía paz y respeto a quienes conversaban con él, como si se tratara de un maestro que ha acumulado años de sabiduría. Aunque joven, su experiencia y conocimiento eran inmensos. Nunca fue ostentoso, egoísta ni orgulloso; más bien, era reservado, de pocos amigos, pero con una convicción profunda sobre la lealtad, la humanidad y el deber de ayudar a otros, como una manera de devolver lo que la vida le había dado.

Fernando era un gran devoto de Dios y de la Virgen: cada día, antes de iniciar su turno al aire, tomaba un escapulario guardado en su cajón personal, realizaba una oración, se aplicaba un aceite —cuyo significado nunca compartió— y agradecía por un nuevo día antes de comenzar su jornada laboral. Este pequeño ritual era su amuleto diario.

Esa personalidad, marcada por la sencillez y la humanidad, lo hizo sumamente admirado y respetado dentro de su equipo de trabajo, no solo en Ibagué, sino en todo el Tolima y a nivel nacional. Sus colegas directores lo consultaban sobre estrategias de posicionamiento de marca, campañas radiales y decisiones artísticas para generar valor dentro de la emisora. Incluso los artistas más reconocidos del país le tenían respeto: El Charrito Negro, Darío Gómez, Jhonny Rivera, Yeison Jiménez, La Banda Parranda (antes Los 50 de Joselito), Juan Carlos Zarabanda, Giovanny Ayala, Freddy Burbano, Los Tupamaros, entre muchos otros.

Fernando Varón: El llanto de un rey ¡Cántalo Binomio de Oro!

El 14 de agosto de 2025, la voz de Fernando Varón se apagó tras una valiente lucha contra un cáncer de garganta que lo acompañó durante tiempo. Su partida deja un vacío inmenso en la radio tolimense y en el corazón de quienes lo escucharon, lo admiraron y lo quisieron. Fercho no solo fue un locutor excepcional y un director talentoso, sino también un hombre de humildad, pasión y entrega absoluta a la música y a la radio. Su legado, hecho de historias, vallenatos, enseñanzas y alegría, perdurará en cada emisión, en cada oyente que lo recuerda y en cada rincón donde la radio encuentre eco.

Como en El llanto de un rey del Binomio de Oro, hoy llora el silencio de un verdadero rey del vallenato; su partida nos recuerda que, aunque su voz se haya apagado, su espíritu musical y su influencia permanecerán eternos. “Pobre del rey, ya no hay llanto que cure su pena”. Y en el cielo, suena el “ayayayyy” de las mañanas de Radio Uno, recordándonos que su voz nunca dejará de acompañarnos.

Me atrevo a hablar en nombre de sus padres, Luz Stella Rodríguez y Jorge Varón, de sus hermanos Jorge, Juan Carlos, Óscar, Luz Doris y Humberto, de sus “hijas adoptivas” Alejandra y Gabriela, y de todos los que tuvimos la fortuna de compartir con el Rey del Vallenato. Hoy queremos decirte, Fernando: ¡Gracias por tu legado! Tu vida fue un canto, una historia que valió cada instante. Te admiramos, te respetamos y te llevamos en el corazón, porque quienes tocaste con tu voz y tu música nunca te olvidaremos.

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