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Empleo digno: la tarea pendiente de Ibagué

Empleo digno: la tarea pendiente de Ibagué

Por Jaime Eduardo Reyes Martínez

*Director del Instituto de desarrollo regional de la Universidad de Ibagué


Durante años, en Ibagué hemos hablado del desempleo como una cifra más en los informes estadísticos, ha sido una constante en los titulares y en los discursos, hacerlo se ha vuelto paisaje.

Se han organizado observatorios que involucran distintas y diversas entidades públicas, académicas y gremiales, se han hecho estudios, formulado políticas públicas, y se han realizado ferias. Sin embargo, el problema del desempleo se mantiene. Para hacer un poco de justicia, tal vez sin esas acciones el problema sería mayor.

Lo cierto es que, más que un dato, el desempleo es el reflejo más crudo de nuestra estructura económica: frágil, poco diversificada y desconectada del talento que produce la misma ciudad.

Mientras algunas ciudades intermedias, como nuestras vecinas y socias en la RAP Eje Cafetero y Neiva, avanzan con estrategias de diversificación productiva, atracción de inversión y formación técnica especializada, Ibagué sigue atrapada en un circuito de informalidad, baja productividad y fuga de talento, en un modelo económico centrado en el comercio informal, los servicios poco calificados y una industria debilitada. Esa realidad nos condena a un círculo vicioso: baja inversión, empleos precarios, migración juvenil y crecimiento estancado.

Puede leer: Ibagué es la capital con más desempleo en el centro del país | El Cronista | Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Por qué falta el empleo en Ibagué

No basta con decir que falta empleo. La pregunta es por qué, y la respuesta no está sólo en la coyuntura económica nacional o en los efectos de la pandemia. El problema de Ibagué es más profundo: tenemos una estructura económica estrecha, anclada en el comercio de baja escala, sin una industria fuerte ni una estrategia clara de transformación productiva.

A pesar de contar con más de veinte instituciones de educación superior, y un sin número de academias de formación técnica, cientos de jóvenes formados no encuentran una oportunidad real para quedarse, crecer y aportar.

Seguimos formando jóvenes para carreras sin mercado y promoviendo una educación que no dialoga con la realidad productiva de nuestro entorno. Tampoco formamos jóvenes para nuevas tendencias y demandas. El resultado son jóvenes calificados que no encuentran oportunidades y empresas que no encuentran perfiles adecuados.

Como experto en economía del desarrollo puedo afirmar que el desempleo en Ibagué es estructural. Lo es porque no hay sectores económicos con capacidad de absorber la mano de obra disponible, lo es porque las instituciones locales no están articuladas para alinear educación, empleo e inversión, y lo es porque el desarrollo regional no ha sido entendido como una apuesta estratégica sino como una consigna.

Tenemos fallas en la educación pertinente, en la conexión entre formación y mercado laboral, y en el diseño de políticas públicas que apuesten por una transformación productiva real. Seguimos actuando como si el mercado, por sí solo, fuera capaz de absorber a la creciente población económicamente activa, cuando en realidad lo que tenemos es un sistema económico excluyente, que necesita ser rediseñado. Nos falta reconocer que el mercado de bienes y servicios es precario, lo que se refleja en el mercado laboral.

Y también nos hemos equivocado en creer que el empleo público es la solución, este ayuda, y de qué manera, sin embargo, está demostrado que no es suficiente a largo plazo. Las órdenes de prestación de servicios, abundantes en temporadas pre electorales, mediante la que se contratan cientos de ibaguereños son coyunturales.

También debemos reconocer que en Ibagué existe el desempleo coyuntural, a menor escala, claro está, que el desempleo estructural.

Tipos de desempleo en Ibagué

Categoría

Desempleo Estructural

Desempleo Coyuntural

Definición

Desempleo causado por fallas estructurales en la economía local.

Desempleo causado por fluctuaciones temporales del ciclo económico.

Causa principal

Falta de diversificación productiva, desajuste entre formación y mercado laboral.

Caída temporal de la demanda agregada por crisis económicas, estacionalidad o choques externos.

Duración

Permanente o de largo plazo, no mejora automáticamente con el crecimiento.

Temporal, tiende a desaparecer cuando se recupera la economía.

Ejemplosen Ibagué

Escasa industria- Brecha entre educación y empleo - Informalidad estructural - Fuga de talento calificado.

Efectos de la pandemia (2020-2021) - Caída del consumo en fin de año o por inflación - Choques nacionales.

Indicadores

Desempleo alto y persistente, incluso en crecimiento económico.

Aumentos o caídas puntuales en las tasas de desempleo.

Soluciones posibles

Política industrial local - Reformas educativas - Integración regional- Atracción de inversión.

Estímulos fiscales - Políticas de demanda - Programas de emergencia.

Presencia actualen Ibagué

Alta: es la forma dominante de desempleo en la ciudad.

Media: aparece en crisis o eventos económicos adversos.

El desempleo coyuntural en Ibagué se ha dado gracias a factores temporales que afectan la actividad económica local, como crisis nacionales, variaciones estacionales o choques externos, entre ellos la pandemia de COVID-19, que golpeó fuertemente los sectores comercio, servicios y turismo, pilares del empleo urbano en la ciudad.

Aunque este tipo de desempleo tiende a reducirse cuando la economía se recupera, en Ibagué su recuperación ha sido limitada debido a la debilidad estructural del aparato productivo. Así, los periodos de mejora coyuntural no logran revertir las altas tasas de desocupación, lo que evidencia que las fluctuaciones del ciclo económico agravan, pero no explican por sí solas, la persistencia del desempleo en la ciudad.

Sectores con mayor desempleo en Ibagué

Según los datos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), los sectores económicos con mayor desempleo en Ibagué durante 2024 fueron:

  1. Transporte y almacenamiento: Este sector ha experimentado una significativa pérdida de empleos, con una reducción aproximada de 4.300 puestos de trabajo.

  2. Construcción: La industria de la construcción ha visto una disminución de alrededor de 2.988 empleos, reflejando una desaceleración en proyectos de infraestructura y edificación.

  3. Información y comunicaciones: Este sector ha perdido cerca de 1.260 empleos, lo que podría estar relacionado con ajustes en empresas de tecnología y medios de comunicación.

  4. Actividades artísticas y recreativas: Se ha registrado una disminución de aproximadamente 688 ocupados en este sector, reflejando los desafíos que enfrenta la economía cultural y creativa en el contexto actual.

Los datos más recientes del DANE revelan que en Ibagué los sectores económicos con mayor pérdida de empleo durante 2024 han sido transporte y almacenamiento, construcción, información y comunicaciones, y actividades artísticas y recreativas. Esta situación refleja no solo una contracción sectorial coyuntural, sino también debilidades estructurales en la diversificación y sostenibilidad del aparato productivo local.

Estos datos evidencian la necesidad de implementar políticas públicas focalizadas que impulsen la reactivación y el fortalecimiento de estos sectores clave para la economía de Ibagué.

Puede leer: https://elcronista.co/desarrollo/las-cifras-de-desempleo-no-muestran-la-realidad-de-ibague-experto

La informalidad va en ascenso

La ocupación informal en Ibagué ha mostrado una tendencia fluctuante en los últimos trimestres, manteniéndose en niveles elevados que reflejan desafíos estructurales en el mercado laboral local. El informe del DANE para el trimestre enero-marzo 2025 muestra un incremento de 3.2% entre 2024 y 2025 reportando una proporción de informalidad de 49.8% para este año.

La informalidad laboral en Ibagué es el reflejo de un modelo de crecimiento económico desequilibrado, donde el dinamismo del sector formal ha sido insuficiente para absorber a la creciente fuerza laboral urbana, especialmente jóvenes y mujeres. Ibagué permanece atrapada entre una economía tradicional de baja productividad —centrada en el comercio minorista y los oficios no calificados— y una estructura moderna débil, poco diversificada y sin capacidad de generar empleo de calidad. A esto se suman factores institucionales como la rigidez normativa, los altos costos de la formalización y una débil articulación entre las políticas de empleo, educación y emprendimiento.

Un fenómeno del que Ibagué no es ajeno al comportamiento nacional es el aumento de micro negocios en la ciudad, estos son fundamentales para la economía local. En el 2019 se registraron más de 62 mil micro negocios, en el 2021, después de la pandemia, los micro negocios superaban las 52 mil unidades productivas. La evidencia empírica muestra que el autoempleo de profesionales en Ibagué ha ido en aumento al igual que los micro negocios ubicados en lo que hoy se conoce como economía popular.

La informalidad laboral en Ibagué no solo actúa como válvula de escape social, sino que perpetúa la baja productividad y limita el desarrollo local. Para romper este círculo vicioso, la ciudad necesita políticas de crecimiento que combinen transformación productiva, fortalecimiento institucional y mayor inversión en capital humano.

Es pertinente reconocer que la informalidad laboral es a la vez, una falla del mercado y un síntoma evidente de un modelo económico que ha dejado por fuera a la mitad de su gente. Superarla depende de una transformación profunda del aparato productivo y de las capacidades institucionales. Necesitamos un nuevo enfoque que promueva la transición desde la economía de subsistencia hacia una economía productiva, diversa y con empleos formales.

Puede leer: La informalidad en Ibagué sigue aumentando | El Cronista | Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

La necesidad de un nuevo modelo económico para Ibagué

En lugar de repetir que Ibagué es una ciudad estratégica por su ubicación, hay que hacerla verdaderamente estratégica: conectarla con el país, fortalecer su infraestructura, crear condiciones para que las empresas vengan, crezcan y contraten.

Tenemos que empezar por reconocer que sin diversificación económica no habrá empleo de calidad. Eso implica decisiones: apostar por industrias tecnológicas, cadenas de valor agroindustriales, economía del cuidado, servicios especializados, y dejar atrás el mito de que el comercio por sí solo va a sostener el empleo urbano. También necesitamos rediseñar la política educativa: formar para lo que el mercado requiere y no solo para lo que las universidades ofrecen.

¿Dónde están las soluciones? En diversificar nuestra economía, con apuestas por la agroindustria, la economía digital, la cultura, la logística regional y el turismo sostenible. En reformar la educación técnica y tecnológica para que responda al tejido productivo real. En crear incentivos para la formalización y el emprendimiento. Y, sobre todo, en tener la capacidad de pensar en región: Ibagué no puede crecer sola, necesita integrarse al Magdalena Centro, al Eje Cafetero y a Bogotá con visión estratégica.

Hablar en serio del empleo en Ibagué significa dejar de administrar la pobreza laboral y empezar a construir un modelo económico incluyente, moderno y sostenible. Eso no lo logra un gobierno solo, pero sí empieza por una decisión política clara: priorizar el trabajo digno como eje del desarrollo local.

Una reflexión final: el desempleo no se resuelve desde una oficina, se soluciona en el territorio, con liderazgo, datos, innovación y políticas coherentes. Si queremos que Ibagué sea una ciudad de oportunidades, tenemos que hacer de la generación de empleo digno el eje de nuestro desarrollo. Esa es la verdadera urgencia, la tarea pendiente de la capital del Tolima.

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