Este 2025, por tercer año consecutivo, en la programación oficial del Festival Folclórico Colombiano se dejó por fuera a las cabalgatas. Lo que revivió el debate sobre una práctica que parece confrontar al pasado con el presente.

La noticia de la exclusión de las cabalgatas generó opiniones a favor y en contra de la decisión, por lo que El Cronista.co consultó a dos de las partes más interesadas en el tema. Uno de ellos, el abogado animalista Juan Felipe Rodríguez, quien fue el promotor de la acción popular que produjo la medida cautelar, la cual a su vez suspendió las cabalgatas en Ibagué por falta de reglamentación.

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Los hechos se remontan al año 2022, cuando el abogado Rodríguez radicó una acción popular para reglamentar las condiciones ambientales con las que se deberían desarrollar el Festival. Como medida cautelar solicitó suspender las cabalgas, pero ese año no le alcanzó a ser concedida.

La decisión la tomó el Tribunal Administrativo del Tolima en octubre de ese 2022, y a partir de ahí quedaron vetadas las cabalgas en Ibagué, hasta tanto el Concejo las reglamente a través de un acuerdo municipal. Esto llevó a que ni en el 2023, ni en el 2024 y tampoco ahora en el 2025, haya cabalgata en las fiestas folclóricas.

“Todavía sigue vigente una medida cautelar que suspende las cabalgatas. La medida consiste en que, hasta tanto no se reglamenten las cabalgatas por parte del Concejo Municipal, con la participación de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la ciudad, de la Defensa Civil, la Cruz Roja y colectivos animalistas, a la fecha todavía sigan suspendidas”, explicó el abogado.

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Rodríguez señaló como principales responsables de la suspensión de las cabalgatas a los concejales de Ibagué, por su falta de voluntad política para sacar adelante el proyecto de acuerdo que las reglamente.

“Al no haber voluntad política de querer expedir un acuerdo municipal con toda la reglamentación técnica y jurídica, que garantice la seguridad de los jinetes, los equinos y los asistentes a este tipo de espectáculos, pues vamos a seguir con las cabalgatas suspendidas”, enfatizó.

Si bien la principal responsabilidad es de los concejales, el abogado aclaró que el acuerdo municipal de reglamentación también puede ser una iniciativa que presente la Alcaldía de Ibagué. Algo que antes no hizo la administración del exalcalde Andrés Hurtado y ahora tampoco la de Johana Aranda.

“Cuando un clan político quiere estar con Dios y con el diablo, realmente no toma unas posturas fijas frente a algunos temas, como las cabalgatas. La administración por querer ser del agrado de todo un electorado, de un lado apoya a los caballistas, pero del otro no quiere tener el costo político de decir abiertamente que apoya las cabalgatas”, expuso el profesional del derecho.

No obstante, hay quienes defienden con vehemencia las cabalgatas, por considerarlas una tradición o hasta expresión cultural. “Ciertamente son una expresión cultural, pero para mi concepto, mucho más paisa. En la vestimenta de las personas que asisten no vemos nada de la identidad tolimense, ni el sombrero, ni el poncho tolimense ni el rabo e’ gallo. Son personas que emulan una cultura paisa”, esgrimió.

Más allá de esto, el abogado Rodríguez señaló que toda tradición debe ajustarse a los postulados o códigos sociales de su tiempo. En el caso de las cabalgatas, reclama que se tengan en cuenta a los caballos como “seres sintientes”, con derechos en la sociedad.

“Las cabalgatas se pueden realizar, siempre y cuando garanticen la seguridad, salubridad y vida de los equinos, porque ya no son meras cosas, como antes los consideraba la ley, sino que son sujetos de derechos”, dijo, con relación a los casos de maltrato animal registrados en algunas cabalgatas, debido especialmente al consumo de licor de los jinetes y el agotamiento de los animales que montan.

La postura de los caballistas

Del otro lado, un gremio entero defiende a las cabalgatas, por lo que para ellos representan en términos culturales, económicos y hasta sentimentales. La Asociación de Caballistas del Tolima (Asocatol) es la que reúne a este gremio en el departamento.

En diálogo con El Cronista.co, su vicepresidente, Andrés García, contó que todavía siguen vigentes, pese al cese de estas actividades en la capital del Tolima. “La asociación está en la mejor tónica y mirando hacia adelante. Entendemos la presión de los animalistas y ambientalistas, pero estamos dispuestos a todos los acercamientos posibles con la Administración y el Concejo”, destacó.

Contrario a lo que expone el abogado Rodríguez, Asocatol sostiene que la medida cautelar del Tribunal solo aplicaba para el año 2023 y en el periodo de las fiestas folclóricas. Por lo tanto, esperan que regresen las cabalgatas a Ibagué para este año 2025, concretamente en el mes de octubre, en el marco de los cumpleaños de la ciudad.

“No tiene que ser en junio. Tenemos cinco cabalgatas aprobadas por Concejo Municipal. Si no es para junio, seguramente para octubre. Estamos cuadrando todo el tema logístico, todo el reglamento, todo lo que nos exigen”, advirtió García.

Aunque evitó referirse a profundidad sobre el abogado Rodríguez, el dirigente gremial cuestionó “el daño que le ha hecho al gremio y a esta economía tan golpeada del país”. Según él, su desconocimiento del gremio caballista ha causado profundos daños.

En palabras del dirigente de Asocatol, para una cabalgata de las fiestas en Ibagué, cada “binomio” podía mover hasta $1.400.000. Se refiere a cada conjunto de un jinete y su caballo. Es decir, que, si asistían 1.000 binomios a una cabalgata, se han dejado de mover en la ciudad por lo menos $1.400 millones cada año.

“Talabarteros, herradores, almacenes, pesebreras, transporte, veterinarios y toda una cadena productiva que se desprende de un caballo; que seguramente el doctor (el abogado Rodríguez) no la tiene muy clara”, esgrimió García, quien prefirió no referirse más al tema.

Sin embargo, Rodríguez advirtió que Asocatol estaría incurriendo en un error, toda vez que la suspensión de las cabalgatas trasciende más allá de las fiestas folclóricas.

“Es una interpretación errada de Asocatol. La medida cautelar sigue vigente y el tema de protección animal no solo debe ser garantizado en el marco del Festival Folclórico sino frente a cualquier actividad que implique la utilización de equinos, los cuales se reitera, actualmente son considerados por el ordenamiento jurídico como seres sintientes”, les contestó.