Por Rubén Darío Rodríguez G.

*Excongresista y exalcalde de Ibagué

En el mes de octubre de 2024, la administración municipal con bombos y platillos inauguró la dizque ‘obra del siglo’, el acueducto complementario,después de un trabajo desarrollado por varias administraciones durante más de 20 años y en donde fue en nuestra segunda Alcaldía, la que logró la aprobación del proyecto por parte del Ministerio de Vivienda y Ambiente en el año 2007.

Dicha inauguración se llevó a cabo pese a los cuestionamientos que sobre el evento habían hecho varias veedurías, especialmente la veeduría VAPI. Se expresó que con la entrega de la obra se iba a solucionar la distribución del agua por todos los barrios de Ibagué, y que en consecuencia se acabaría el desabastecimiento que se presenta en varios sectores de la ciudad.

Reuniones frecuentes se hicieron con los constructores y con los representantes de los gremios económicos presentándoles pajaritos de oro. Han pasado más de 8 meses y el problema persiste a pesar de las frecuentes mentiras a las que acude la gerente del IBAL Erika Palma. Todos los días por las emisoras pagadas de Ibagué, el IBAL expide comunicados indicando que hay normalidad en la distribución del agua. Igualmente la gerente pagando sumas cuantiosas, que provienen de los impuestos, en las revistas nacionales como SEMANA, presenta ante la opinión pública nacional, información, de que con la ‘OBRA DEL SIGLO’ ya se solucionaron los problemas del agua en la capital musical.

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Tamaña mentira, porque todos los días hay protestas de los ciudadanos debido a los permanentes cortes de agua, pero lo más grave, es que en casi todos los barrios de la ciudad, el servicio se interrumpe en las horas de la tarde, restableciéndolo en las horas de la madrugada, como sucede entre otros en El Vergel y barrios circunvecinos como Cañaveral. Pero no es solamente en esos lugares sino en muchos otros sectores en donde los ciudadanos ya no saben qué más hacer.

Señora Gerente, no le mienta más a la ciudad. Muy seguramente también le miente a la Alcaldesa. A pesar del maquillaje y de los informes mentirosos que se transmiten por las emisoras, la ciudadanía ya no le come cuento. La Alcaldesa debe tomar cartas en el asunto porque Ibagué ya no aguanta más mentiras de la gerente del IBAL.