Por Felipe Ferro - Presidente de la Asamblea del Tolima

Casi 50 años de violencia en el Tolima nos rezagaron en el desarrollo. Esa es una afirmación innegable. La presencia de las FARC en el Tolima, especialmente, concentrada en el sur ha significado retrasos en la infraestructura, en educación, en la misma esperanza y visión de desarrollo de los habitantes de esas regiones.

Las FARC sólo llevaron miedo, zozobra, reclutamiento de menores, abusos sexuales contra mujeres y menores de edad y desapariciones forzadas. Aún decenas de familias en municipios como Chaparral buscan algún rastro de sus seres queridos y los desmovilizados bandidos se niegan a contar la verdad.

Siempre hemos advertido que este Gobierno de Petro es un mandato permisivo y amigable con esos actores de la criminalidad. De hecho, hoy estamos viendo el rearme de estos grupos delincuenciales terroristas que habían sido diezmados y sometidos en el pasado, y  que ahora actúan bajo “pomposos” nombres como el “estado mayor central”.

No nos dejemos confundir son delincuentes, son terroristas, son narcotraficantes, son violadores, son extorsionistas, son asesinos y lo peor, son reclutadores de niños (ahora con la venia del gobierno en sus fallidas negociaciones en Cuba a lo cual nos referimos en una próxima columna de opinión), quienes llevan al desplazamiento de miles de familias que por años se han dedicado al trabajo honesto, especialmente, en el campo tolimense.

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Como diputado, muchas  de mis actividades en las diferentes regiones del Tolima he tenido que aplazarlas ante el temor que tengo por lo que me expresan los medios de comunicación y sobre todo las comunidades que viven en esos territorios. Igual, hemos tenido información sobre amenazas a familias productoras e incluso que algunas han debido dejar su finca o su parcela porque “de la nada” aparecen grupos armados a presionarlas y a cobrarles vacunas extorsivas dado el caso que se resistan a salir. Es un secreto a voces lo que está pasando en varios municipios.

Esta semana, la propia gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, con quien nos solidarizamos por su valentía, logró que el ministro de Defensa le confirmara que estará en Planadas el 3 de abril en un Consejo de Seguridad Regional. También, esta semana el general Hélder Giraldo estuvo en Ibagué adelantando las primeras acciones como la reactivación de la Fuerza de Despliegue Rápido Fudra y el fortalecimiento del Gaula Militar para neutralizar esas acciones delictivas que están creciendo como espuma.

Me llamaron la atención las narrativas tanto del ministro de Defensa como del general Giraldo. Los dos coinciden en que las disidencias de alias ´Iván Mordisco´ quieren apoderarse de Planadas y volver a reimplantar ese régimen de terror que imperó hace algunos años. Me pregunto entonces: ¿Acaso no es con ese bandido y sus lugartenientes con los que está negociando el Gobierno Petro?  ¿Acaso, están negociando el permiso para que sus frentes guerrilleros se refuercen y ejerzan control en el sur del Tolima? Si esto está sucediendo, entonces que le digan la verdad a los tolimenses.

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Estoy muy atento al Consejo de Seguridad del próximo 3 de abril en Planadas al cual en la clausura de sesiones extraordinarias del pasado viernes, solicité a la gobernadora encargada enviada por el gobierno, que inviten a la Duma al consejo de seguridad que se va a realizar, para poder tener de primera  mano la información y medidas a las cuales se va a comprometer el gobierno nacional para devolver la tranquilidad a las miles de familias que allí habitan. Sólo enfrentando y recobrando el territorio de estos terroristas se garantiza la soberanía del Estado.