A pocos días de cumplirse los 40 años de la tragedia, buena parte de las ruinas de Armero siguen en peligro de desaparecer: la maleza las consume. Señor Alcalde de Armero-Guayabal, por favor, salve las ruinas. Pídale ayuda a la Secretaría de Cultura y Turismo del Departamento, a la Unidad de Gestión del Riesgo, entre otras entidades.

No olvidar que conservar las ruinas o vestigios de Armero tiene una importancia fundamental para la historia. Las ruinas son consideradas fuentes primarias, ya que proporcionan información directa y tangible sobre el pasado.

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¿Qué pasaría si las ruinas de la otrora población de Armero desaparecieran?

Significaría, sin lugar a dudas, una pérdida irreparable de un sitio de memoria histórica, duelo y patrimonio cultural para Colombia y el mundo. La ciudad, sepultada por la avalancha del Nevado del Ruiz en 1985, es un memorial vivo y un símbolo de la tragedia, la negligencia y la resiliencia.

La consecuencia más profunda sería la afectación a la memoria colectiva y al proceso de duelo de los sobrevivientes y las familias de las más de 20.000 víctimas.

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Las ruinas, con los restos de edificaciones como el hospital y las casas, funcionan como el principal lugar de homenaje y conmemoración. Su desaparición eliminaría el testimonio físico más directo de la magnitud de la catástrofe.

Para muchas personas, el sitio es el único lugar donde pueden rendir homenaje a sus seres queridos. Si las ruinas desaparecen, se perdería este referente indiscutible, pues su ausencia física eliminaría el testimonio tangible sobre lo allí ocurrido.

A estas alturas, 40 años después, las ruinas de Armero hace tiempo deberían haber sido reconocidas como un Bien de Interés Cultural y asociadas a la figura de Patrimonio Cultural de la Nación, debido a su valor histórico y testimonial.

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Ojalá las autoridades no permitan que la negligencia y la desidia den al traste con las ruinas, pues significaría perder un legado arquitectónico que, a pesar de su estado, representa la identidad y la conservación de la memoria de lo que fue una próspera y fecunda ciudad del departamento.

Además, Armero es un laboratorio de estudio mundial sobre la gestión del riesgo y la prevención de desastres ante amenazas naturales. La desaparición del sitio físico que son las ruinas podría poner en riesgo esa valiosa lección.

En esencia, la desaparición de las ruinas de Armero sería un acto de borrar de tajo la historia de una de las tragedias más dolorosas vividas por los colombianos. No olvidar que, pese a los 40 años transcurridos, todos los días llegan personas con el propósito de conocer lo que allí ocurrió, y son las ruinas el testimonio fehaciente.

Las ruinas de Armero son un tesoro histórico, exactamente igual a lo que hoy representan las ruinas de Pompeya, por poner un ejemplo. Los vestigios tienen un valor histórico incalculable, por eso su protección es vital, Señor Alcalde de Armero-Guayabal.