La tensión diplomática entre Colombia e Israel escaló tras la denuncia de la interceptación y dención de las colombianas Manuela Bedoya y Luna Barreto, integrantes de la Flotilla Global Sumud, mientras transportaban ayuda humanitaria hacia Gaza en el barco H10.

La Global Sumud Flotilla, conformada por embarcaciones de 44 países y alrededor de 500 activistas, partió a finales de agosto de 2025 desde puertos como Barcelona y Génova, con el objetivo de entregar ayuda humanitaria a Gaza. Hasta ahora, la flotilla ha reunido 44 barcos, varios de los cuales se han sumado en trayectos alternos mientras el grupo avanza por el Mediterráneo bajo condiciones adversas.

De acuerdo con un comunicado de la organización, la retención se produjo este 30 de septiembre a las 23:59 (hora UTC) en aguas internacionales, lo que constituye una violación al derecho internacional y a los Acuerdos de Ginebra. Las delegadas realizaban una misión pacífica y legal, orientada a entregar insumos básicos a la población gazatí.

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“Mostremos al mundo que Palestina no está sola”, señaló la Flotilla, que llamó a organizaciones sociales, sindicatos, comunidades estudiantiles y de derechos humanos a exigir la liberación inmediata de las colombianas.

El comunicado también denunció que el bloqueo a Gaza es una estrategia de hambre y castigo colectivo, e instó a visibilizar la responsabilidad de gremios como la ANDI, por mantener relaciones comerciales con Israel.

La respuesta de Petro

En este contexto, el presidente Gustavo Petro anunció la denuncia inmediata del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Israel y la expulsión de su delegación diplomática en Colombia. Además, confirmó que el Batallón Guardia Presidencial asumirá la seguridad de la Casa de Nariño, luego de que Estados Unidos retirara el armamento que había entregado en comodato.

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“El tratado de libre comercio con Israel se denuncia de inmediato. Sale toda la delegación diplomática de Israel en Colombia”, afirmó. Y agregó: “Esas eran las llamadas ayudas: subordinar los pueblos”.

Un giro drástico en la política exterior

Con la detención ilegal de las dos activistas colombianas, el país se ubica en el centro de la controversia internacional. Mientras organizaciones sociales insisten en su liberación inmediata, el gobierno colombiano marca un quiebre con Israel, alineando su política exterior con la denuncia de crímenes de guerra y la defensa de las misiones humanitarias.