Un nuevo caso se presenta en Ibagué por estos días. Por culpa de la Nueva EPS a 24 niños con discapacidad psicosocial se les han suspendido los servicios terapéuticos desde hace 17 días, y contando. La Nueva EPS no le ha pagado a la IPS Passus, y esta le ha suspendido las terapias a los niños.

En horas de la tarde del 01 de noviembre Marcela, la mamá de Miguel Ángel, recibió una llamada de la IPS Passus en la cual le decían que los servicios que le prestaban a Miguel Ángel iban a ser suspendidos. En ese momento no le dijeron los motivos, solo la notificaron. Marcela, junto con otras mamás, averiguaron por su cuenta que la razón era que la Nueva EPS no ha cancelado a Passus desde hace muchos meses. Miguel Ángel se tuvo que quedar en su casa desde ese día.

Las terapias que les ofrecían a los niños les ayudaban en su proceso de aprendizaje. Allí Miguel Ángel, y seguramente los otros niños también, presentaban avances en sus capacidades físicas como no las habían tenido antes. Las terapias iban desde hidroterapia hasta otras actividades motrices. Algunos niños solo iban a sus actividades y volvían a sus casas, otros duraban todo el día allí. Desde hace más de dos semanas los niños han tenido que quedarse en sus casas. La mamás intentan reemplazar los aparatos especializados por lo que encuentran en sus casas.

Los niños con problemas de aprendizaje tenían en Passus psicología especializada, neurología pediátrica, psiquiatría pediátrica, terapia ocupacional, terapia de lenguaje, terapia física, es decir todo lo necesario para el proceso pedagógico al que tienen derecho. A los niños se les suspendieron absolutamente todos los servicios, incluidas las consultas externas y diarias que necesitan.

Ahora la situación de ellos, y de sus padres, es dramática. Ya han ido a la Defensoría del Pueblo y no han tenido respuesta. Han entutelado y todo sigue igual. Están desesperados, y eso se nota en la voz de Marcela.

En el caso de los niños con problemas de aprendizaje el proceso pedagógico es diferente. La continuidad es importante porque a partir de ella se ven los avances. Ahora los 24 niños que iban a Passus han interrumpido sus avances, lo cual implica que cuando retomen las actividad especializadas, si es que algún día las retoman, tendrán, en algunos casos, que volver desde ceros. La angustia de no volver a terapias se junta con el miedo a perder lo avanzado.

Ibagué no se termina de sacudirse de la vergüenza nacional de los maltratos a otros niños discapacitados en la Fundación "Peces Vivos" cuando ya se presenta esta situación con los 24 niños de la IPS Passus, a los cuales se les vulneran sus derechos solo porque la Nueva EPS no ha cumplido con sus obligaciones, una vez más. En Colombia la ignominia se presente de muchas formas.

Por ahora Miguel Ángel, y los otros niños, están en sus casas esperando a que se solucione esta ignominiosa situación que nada tiene que ver con ellos.

Foto autoriza por los padres de los niños