Los acercamientos entre el uribismo y el 'barretismo' cada vez son más notorios, lo que obliga a barajar de nuevo el ajedrez político del Tolima. La reciente visita a Ibagué de la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, dejó al descubierto la marcada intención del uribismo de acercarse al Partido Conservador. 

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La senadora Velencia estuvo en Ibagué entre el viernes 16 y el sábado 17 de mayo, en medio de una correría que hace parte de su incipiente aspiración presidencial. Sin embargo, aprovechó para tratar de afianzar una alianza regional de su partido con los conservadores. 

El viernes en la noche, Valencia se reunió con la gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, acompañanda del diputado Felipe Ferro y el empresario Holman Guevara. "Le expresé el enorme orgullo que sentimos por una gobernadora verraca, comprometida, con la seguridad y prosperidad de este departamento", manifestó Valencia sobre Matiz. 

Orgullo que el uribismo parece no sentir, o que al menos no demuestra, por la alcaldesa de Ibagué, Johana Aranda, a quien le dieron su aval en el 2023. Con ella, los líderes uribistas no se reunieron, pero sí con el principal contendor que tuvo su candidata en el 2023: Jorge Bolívar, actual concejal del Partido Conservador. 

"Este acercamiento marca un paso importante en la consolidación de alianzas políticas con visión de territorio, orientadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y posicionar al Tolima como un actor clave en el panorama nacional", contó Bolívar después del encuentro. 

Durante la reunión discutieron temas prioritarios que afectan a los ibaguereños, con el objetivo de construir una agenda común que trascienda banderas políticas y que permita gestionar proyectos. No obstante, la reunión se interpretó más como un mensaje del uribismo para la alcaldesa Aranda y la organización política del exalcalde Andrés Hurtado. 

En el último tiempo el uribismo ha dejado ver su inconformismo con el gobierno de Aranda. Si bien expresan su malestar por la falta de resultados en la administración de quien fue su candidata, otros interpretan esto como un rechazo a la marcada injerencia del alcalde Hurtado en el gobierno de Aranda. 

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A los líderes del uribismo les molestaría la alta participación burocrática para los alfiles y familiares de Hurtado en el gobierno de Aranda, por sobre las cuotas del Centro Democrático. Lo que llevó a Aranda a ser más la alcaldesa del denominado hurtadismo, que del uribismo. 

Dicha inconformidad ha provocado que el uribismo, abiertamente, dialogue con los principales adversarios de la alcaldesa Aranda. Lo que hace prever que el Centro Democrático empieza a cocinar una posible alianza con los conservadores de cara a las elecciones de 2027, en las que Bolívar prevé lanzarse de nuevo a la Alcaldía de Ibagué.