“Que las derechas acudan a la manifestación es un avance para la democracia colombiana, el repugnante ataque que sufrió el senador Uribe Turbay, detonó un sentimiento de rechazo masivo que, conmueve a millones y no es para menos. 

Lo indignante es ver como líderes políticos sin escrúpulos, están instrumentalizado la tragedia de una familia, incluso lo hacen algunos que se dicen amigos de quien a esta hora se debate entre la vida y la muerte. 

La marcha fue todo menos silenciosa, desde el minuto uno las arengas de “Fuera Petro” desplazaron las de “Fuerza Miguel”. Hubo violencia contra periodistas del canal público, por el simple hecho de trabajar para el gobierno, ningún político marchó en silencio. Desde Victoria Eugenia hasta Fajardo todos convirtieron su apoyo a la marcha en vídeos de campaña, carroñeros todos, al fin de cuentas el ave nacional es el más majestuoso de los buitres.  

Algunos, quizás con candidez real, creyeron que la marcha al girar en torno a algo tan grave no sería proselitista, pero no fue así, fue tal el nivel de frenesí de esa masa cerrada que abucheó a una de las suyas, Claudia López, que tiene tanto derecho como cualquiera a buscar votos en el antipetrismo rabioso, recibió el rechazo de los mismos que aplaudían un oportunismo idéntico en los demás candidatos. 

La masa que llenó hoy las calles no sólo fue cerrada, fue beligerante en un momento lúgubre. ¿A quién se le ocurre ondear banderas de Israel cuando estamos, por primera vez en 60 años, al borde de una catástrofe nuclear? ¿Son algunos tan elementales que consideran de izquierda condenar el genocidio al pueblo palestino y de derecha celebrar los delirios del sionismo? Pues fue tanta la demanda de banderas de Israel que hasta las ofrecieron los vendedores, como si se tratara de la bandera de un equipo de fútbol. 

Celebro que las derechas, poco a poco aprenden a ser oposición, lo que aún no aprenden es que en una democracia sana hay alternancia de poder. Un presidente que no les guste también tiene derecho a gobernar y no debe convertirse en una suerte de anticristo responsable de todos los males.

Llevan tres años, relativamente huérfanos de poder, y digo relativamente porque en el gobierno actual varios sectores de derecha tienen representación política, hasta ministerios. A pesar de eso vociferan como si en Colombia no hubiera elecciones, ellos controlan el Congreso, la Registraduría, el CNE, la televisión, casi todas las emisoras, etc. El establecimiento perdió el gobierno, pero conserva buena parte del poder.

Lástima la mojigatería de algunos que quieren presentar las marchas de hoy como una especie de procesión a la virgen, lástima la actitud carroñera de los candidatos, lástima el miedo de muchos a opinar para no ser etiquetados como indolentes. Pero muy bien por los que se expresaron en las calles, en un gobierno que tolera las marchas de la oposición, que no reprime con violencia y que no le teme al debate democrático. 

Ojalá los debates políticos se diriman en demostraciones masivas con arengas y no en los cañones de las armas asesinas”.