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Policías de Honda, acusados de agredir y amedrentar a una influencer

Policías de Honda, acusados de agredir y amedrentar a una influencer

Gabriela Martínez relató que, al comprar su tiquete, fue abordada con amenazas por una mujer que, en ocasiones anteriores, ya había intentado robarla.

La joven influencer Gabriela Martínez ha denunciado un grave caso de abuso de poder, agresión física y amedrentamiento por parte de miembros de la Policía. Según su testimonio, los hechos ocurrieron cuando fue abordada en el terminal de transporte de Honda, por una mujer que antes había intentado robarla.

Yo me volteo y le digo vamos a hablar de frente, en ese momento esta señora llama a su novio que trabaja en la estación de policía de HondaRelató Gabriela. Según la denunciante, lejos de intervenir como autoridad, el policía la sujetó del cuello, le aplicó una llave, la golpeó con la rodilla y ordenó que la esposaran.

La presentadora relató que todo esto se debió a que ella accedió a no grabar lo ocurrido, y aun así la otra mujer, presunta pareja del policía, continuó filmando. Al intentar evitarlo, Gabriela fue violentamente reducida. "Pregunté por qué me maltrataban si no había hecho nada, y el policía me dijo: ‘Agradezca que no la tengo yo en una celda, porque la cojo a Teaser. Me esposaron, me exhibieron públicamente como si fuera una delincuente”, aseguró la denunciante.

Amedrentamiento

Las acciones, que podrían configurar los delitos de abuso de autoridad, lesiones personales y amenazas, continuaron en la estación de policía, donde —según la influencer — fue presionada por otros uniformados para no denunciar. Asegura que le ofrecieron una conciliación bajo advertencias: si insistía en denunciar, sería judicializada con falsos cargos y además, “me dijeron- le llenamos la cédula de comparendos.aseguró Martínez.

Aunque inicialmente no denunció por temor a represalias, la presentadora acudió posteriormente a la Fiscalía de Mariquita, donde instauró una denuncia por el presunto delito de abuso de autoridad por acto arbitrario e injusto.

El caso ahora está en manos de la justicia ordinaria. De comprobarse los hechos, los implicados podrían enfrentar cargos penales y disciplinarios por múltiples conductas irregulares, incluyendo uso excesivo de la fuerza, privación injustificada de la libertad, amenazas y obstrucción al derecho a la denuncia.

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