Por: Humberto Leyton

El prematuro candidato a la Gobernación del Tolima, Andrés Hurtado, ante la falta de una propuesta sería para quienes le creen a este mitómano exalcalde de Ibagué, no ha encontrado otro motivo más de campaña que criticar a la gobernadora Adriana Magali Matiz, sin fundamentos ni argumentos valederos.

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Las diatribas del incapaz y cuestionado exmandatario de la Ciudad Musical, son propias de alguien que quiere tapar sus incompetencias con el engaño y la mentira; herramientas propias que a menudo utiliza como motor de su campaña el jefe del clan Hurtado. Nada más fácil que utilizar la palabrería hueca, sin contenido y altisonante para cubrir sus propias fallas con un discurso verdulero de plaza desordenada. La cabeza y capacidad de Hurtado no le da para más y no podemos pedirle peras al olmo.

La desencajada y salida de ropa, de marca obviamente, que tuvo en Chaparral el parrandero exalcalde de Ibagué, exigiendo el cumplimiento de la construcción del hospital San Juan Bautista de esta localidad, adjudicada en la administración del exgobernador Ricardo Orozco al ingeniero Olaguer Agudelo Prieto, el mismo que contrató el propio Hurtado para el puente fantasma de la 60, es la muestra palmaria del cinismo y  desfachatez de este personaje, que como buen  demagogo y chisgarabís, trata de ganar incautos para su perdida causa.

Olvida que la gobernadora Adriana Matiz, no tiene ninguna responsabilidad en esta situación que heredó de la administración anterior, y que por el contrario, ha sido ella, la que impuso una multa de siete mil millones de pesos al incumplido y cuestionado contratista, y ha enfrentado esta situación hasta superar todos los escollos administrativos y jurídicos para salvar esta importante obra para los chaparralunos.

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Al decir de la propia mandataria seccional, ya se encuentra lista la nueva licitación para ser adjudicada, ya no por los $75 mil millones iniciales que valía la obra, sino por $88 mil millones a costos de hoy. “(…) Ustedes saben y conocen todos los inconvenientes que hubo en ese proceso, logramos sanear todos esos inconvenientes. Se abrió la licitación pública y el día lunes se cerró el proceso donde se presentaron siete proponentes”, dijo Matiz en reciente una rueda de prensa.

Ahora el nefasto de Hurtado, en su afán proselitista y politiquero quiere inventarse responsables de hechos que protagonizaron contratistas de su preferencia cuando desempeñó la alcaldía de Ibagué.  Agudelo Prieto, está en deuda con varias obras que se le adjudicaron en la administración de este cuestionado exfuncionario municipal, como la construcción y rehabilitación de varios polideportivos en diversos barrios de la ciudad, obras que se encuentran abandonadas, y por la cuales, nadie responde.

Pero tampoco tiene autoridad para ir a reclamar el cumplimiento trabajos en otros lugares, cuando él no le cumplió a la capital del Tolima, donde dejó una ciudad destruida en la malla vial, con la ‘inauguración’ de obras a medias o mal hechas como el acueducto complementario, donde según sus propios empleados se invirtieron 250 mil millones de pesos y no sirve para nada, lo mismo que los escenarios deportivos. Ejemplo de ello, el coliseo mayor, una obra de $62 mil millones de pesos, donde llueve más adentro que afuera, en las que esas carpas de circo no funcionan.

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Y para completar, la remodelación de las piscinas olímpicas de la 42, que se entregaron hace más de un mes, no han podido ser utilizadas por los deportistas debido a los diversos problemas que tienen, entre ellos, los de camerinos, batería de baños y de trampolines.

Estamos frente a uno de los tantos acto de corrupción que caracterizaron la administración de Andrés Hurtado, y que gracias a la parsimonia, la negligencia o la complicidad de los entes de control como la Contraloría Municipal, la Personería y la Fiscalía, nuestro flamante Exalcalde, permanece alegre y campante, en plena libertad, insultando y tratando de enlodar a funcionarios que han cumplido con su deber, como la gobernadora Matiz en el caso del hospital de Chaparral, y tratando de recoger para su cauda politiquera a exalcaldes y exfuncionarios sumariados, cuestionados y pendientes con deudas ante la justicia.

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Señor Hurtado, usted no es el indicado para dar lecciones de moral, ética ni gobernabilidad. Usted fue un pésimo y nefasto alcalde de Ibagué, que la dejó postrada y descuadernada.

No se equivoque, que los pájaros no le pueden tirar a las escopetas, y la señora del César no solo tiene que aparentarlo sino serlo.