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¿Golpe de autoridad o golpe de billete, la manifestación ‘Fico-Hurtado’?

¿Golpe de autoridad o golpe de billete, la manifestación ‘Fico-Hurtado’?

La movilización en el centro de la ciudad desde tempranas horas estuvo más caótica que de costumbre. Algunos despistados transeúntes comentaban que la congestión vehicular que paralizó las principales vías, posiblemente se debía a la visita del representante del Papa Francisco en Colombia, otros que al reparto de auxilios del gobierno del presidente Duque a pocos días de las elecciones.

Era tal la algarabía, la congestión y el desconcierto, que las palomas del parque Manuel Murillo Toro, y los pájaros que aún quedan en la plaza de Bolívar, volaron en busca de un lugar más tranquilo. Al desorden del mercado persa y del colesterol de la carrera tercera, se le añadió la arbitrariedad del alcalde Andrés Fabián Hurtado, de suspender el tránsito por la tercera entre calles diez y novena, para recibir con todos los honores y la rimbombancia al precandidato presidencial Federico Gutiérrez (Fico), el pasado martes 8 de febrero, como se si tratará del Sumo Pontífice, o de un delegado de la Corte Celestial.

Y así como son los misterios religiosos, un candidato no conocido en Ibagué ni en el Tolima, sin estar publicitado y anunciado previamente, como por arte de magia, de esa que hacen los hermanos del alcalde Hurtado, con el poder del billete, de los contratistas y de la alcaldía de Ibagué, en un acto de soberbia y desafío a la ley y la autoridad, llevaron toda la cuadra de sillas blancas rimax, trajeron modernos y costosos buses de  todos los barrios con manifestantes, a quienes al menos un testigo, que pidió la reserva de su nombre, sostiene que algunos de ellos, les dieron dinero en forma muy sigilosa en la plaza de Bolívar.

La parafernalia, comenzando por la propia tarima, como la logística utilizada en este evento, no es precisamente para una reunión o bazar franciscano, fue algo que pudo haber costado mucho dinero, donde la inversión se hacía notar con personas o vigilantes que tomaban fotos a los buses cuando llegaban con la gente y por bloques controlaban a los asistentes en las sillas. Esta fue una exhibición de verdadero poder de un gamonal pueblerino, que confunde a Ibagué con el patio trasero de su casa en Lérida.

Sería bueno que las autoridades investigarán el costo de la manifestación de Fico-Hurtado, y de dónde salió el dinero para la organización de tan pomposo acto. El problema no es que la señora Carolina Hurtado, hermana del Alcalde, haya llevado la vocería del gobierno en la manifestación, de por sí un delito ético y moral grave, además de las contravenciones disciplinarias que pueda tener, sino la cantidad de plata y la manera qué se gastó en la concentración.

Pareciera que en definitiva el mandatario local de los ibaguereños no le interese cumplir las normas que rigen nuestro Estado Social de Derecho, las viola a su antojo y cree que el poder de primera autoridad municipal lo embistiera de facultades para abusar de su autoridad y tomar a la ciudad como si fuera su finca.

El sub júdice funcionario, burlando la ley y con la complicidad de algunos gestores judiciales se salvó del proceso por los piques del aeropuerto de Perales, ahora tiene la imputación por parte de la Fiscalía por el uso indebido de las instalaciones del estadio Manuel Murillo Toro para celebrar el cumpleaños de uno de sus hijos.

Ahora tenemos, que en una abierta participación del funcionario en política, así lo haga a través de sus hermanos, esposa, familiares y contratistas, quiere tomar la principal vía de la ciudad para realizar sus manifestaciones políticas, dejando a la movilidad en jaque y a los ciudadanos expuestos al riego que corren en las calles congestionadas de vehículos.

Tienen razón el concejal Rubén Darío Correa y el veedor Diego Alejandro Zuluaga, al denunciar estos hechos de proselitismo político descarado de Hurtado ante los entes de control disciplinario como la Procuraduría Provincial, Regional y General de la Nación, donde además exigen:

“-Garantizar la igualdad y equidad entre los candidatos que aspiran a ocupar cargos de elección popular.

-Evitar que la voluntad de los electores sea influenciada por la acción u omisión de los servidores públicos.

-Asegurar la objetividad y transparencia en las decisiones administrativas.

-Impedir que el empleo público se utilice para obtener votos de los servidores o sus allegados.

-Proteger al empleado que tiene una inclinación política distinta al nominador.

-Imposibilitar que las vinculaciones al Estado se utilicen como un mecanismo para buscar favores políticos durante las contiendas electorales”.

Debemos entender que estamos ante un funcionario arbitrario, que menosprecia la ley, que le busca esguinces para violarla, y que por lo tanto debemos permanecer vigilantes, al menos, para denunciar tanto abuso nunca antes visto en Ibagué por parte de un alcalde.

El llamado golpe de autoridad que dio Hurtado, el pasado 8 de febrero con Fico, según los medios y ‘periodistas’ fletados por el mandatario local, no fue precisamente eso. Fue un golpe de billete, no de autoridad, los ibaguereños no somos bobos para creer en cuentos mágicos.

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