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Un joven de Purificación espera entre la vida y la muerte una autorización médica
Daniel, el joven cuya vida pende de una tutela y la respuesta de un juez.
Hasta hace poco, José Daniel un joven de Purificación Tolima, era un joven como cualquiera, lleno de energía y sueños. La vida le cambió en cuestión de meses: un diagnóstico lo llevó a una cama del hospital Medicadiz en Ibagué, donde hoy lucha contra un tumor que crece en su pulmón izquierdo, oprime sus vértebras y lo obliga a permanecer sedado, por el elevado nivel de dolor que debe soportar.
Su madre, exhausta y aferrada a la esperanza, narra cómo cada cuatro horas deben aplicarle dosis cada vez más altas de morfina para mitigar un dolor que ya no cede. Daniel apenas abre los ojos, apenas respira con dificultad. Su juventud, que debería estar dedicada a estudiar, trabajar y soñar, se reduce ahora a una espera y para colmo la autorización de una cirugía que podría darle una nueva oportunidad, no llega.
La crueldad de la burocracia
Desde hace semanas, su familia emprendió una carrera contrarreloj contra la burocracia. Al parecer han invertido más de 43 millones de pesos en medicamentos y cuidados, pero ante la falta de autorización de la cirugía por parte de la Nueva EPS, han quedado con las manos atadas.
La madre del joven interpuso una tutela que reposa en el Juzgado Civil del Circuito de Purificación. Allí está la llave de la esperanza, la decisión que definirá si Daniel puede someterse a un tratamiento que no puede esperar más.
El clamor de su madre se ha convertido en un ruego público: que el juez no vea en este caso solo un expediente, sino la vida de un joven que aún guarda la ilusión de vivir.
“Cada día que pasa, Daniel pierde oportunidades. No le hablo desde la rabia, sino desde el amor y la fe en que la justicia puede salvarlo”, escribió la madre en una carta abierta publicada en Facebook.
La historia de Daniel es también la de miles de familias que, en medio de la enfermedad, se enfrentan a la lentitud de un sistema que debería protegerlos. Hoy, en Purificación y en Ibagué, la comunidad se une a su voz: la justicia y las autoridades tienen en sus manos la vida Daniel y cada minuto cuenta.
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