En un hecho poco usual, las principales licoreras nacionales e internacionales del país —entre ellas la Fábrica de Licores de Antioquia, la Industria Licorera de Caldas, la Fábrica de Licores del Tolima, la Empresa de Licores de Cundinamarca, la Industria de Licores del Valle y multinacionales como Diageo, Pernod Ricard y Brown Forman— emitieron un comunicado conjunto rechazando el incremento de hasta el 40% en los impuestos a las bebidas alcohólicas previsto en la nueva reforma tributaria.

La Fábrica de Licores del Tolima, junto con ocho empresas departamentales más y los gremios Acil (Asociación Colombiana de Industrias Licoreras) y Prolicores (Empresas de Licores Internacionales), advirtió que la medida podría desencadenar consecuencias económicas y sociales devastadoras para el sector.

El documento fue dirigido al Congreso de la República y al Ministerio de Hacienda, con una petición clara: “Revisar una decisión que golpea la legalidad, el empleo y el consumo responsable”.

• Puede leer: Cierran bares en el Tolima por venta de licor y cigarrillos ilegales

El mensaje central de la declaración es tajante: “Encarecer el licor legal no reduce el consumo; fortalece el contrabando y pone en riesgo el empleo, la cultura y la salud pública”. Según la industria, el contrabando ya representa el 22,4% del consumo nacional, y con el aumento impositivo podría escalar hasta un 50%, alimentando mercados clandestinos sin control sanitario ni tributario.

Las licoreras recordaron que este sector aporta el 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional y genera más de 200.000 empleos directos e indirectos, desde campesinos que cultivan caña y productores de tapa de barril hasta distribuidores, tenderos, bares, restaurantes, hoteles y ferias regionales como el San Pedro, el Carnaval de Negros y Blancos o el Festival Folclórico Colombiano en Ibagué.

Además de su impacto económico, el gremio recalcó el significado cultural del licor en la identidad colombiana. “El brindis con aguardiente, ron o whisky es parte de nuestras tradiciones, de nuestras fiestas y celebraciones, y no puede ser tratado únicamente como una cifra fiscal”, señala el comunicado.

• Además: Reforma tributaria propone impuestos a las apuestas, iglesias y licores

Desde la Fábrica de Licores del Tolima se advirtió que departamentos como el nuestro dependen en gran medida de los recursos transferidos por la venta legal de aguardiente en sus diferentes presentaciones, y ron para financiar sectores como la educación, el deporte y la salud. Por ello, alertan que una caída en las ventas legales, causada por el encarecimiento, también afectaría el recaudo regional.

Finalmente, el gremio hizo un llamado al diálogo y a la construcción de una reforma equilibrada que permita combatir el consumo problemático sin castigar al sector formal. “Hoy no hay marcas, hay un país unido por la legalidad, el empleo, la cultura y la vida de los colombianos”, concluye la carta pública.