En muchos hogares, las dificultades económicas han llevado a las familias a recurrir a préstamos conocidos como “gota a gota”, una práctica informal que desangra a miles de colombianos. 

Según la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), cerca del 65 % de los colombianos no accede a crédito formal, y alrededor del 12 % del endeudamiento de los hogares proviene de este tipo de préstamos, donde las tasas pueden superar el 380 % anual para personas naturales y el 666 % para empresas.

El mayor temor de quienes caen en manos de los “gota a gota” se concentra en la visita diaria de los cobradores en moto, encargados de exigir los intereses del día. Muchos deudores terminan trabajando prácticamente como esclavos de un sistema que solo genera ansiedad y mantiene a las familias bajo un estrés crónico las 24 horas del día.

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Y es que numerosos ibaguereños, al no contar con historial crediticio o al estar reportados en las centrales de riesgo, se ven excluidos del sistema financiero formal. Esto los empuja a decisiones desesperadas que terminan en tragedias personales, atrapándolos en un círculo vicioso de deuda, miedo y angustia.

Inficreditos, una alternativa para los ibaguereños 

Dos mujeres ibaguereñas, madres cabeza de hogar y emprendedoras, compartieron cómo el programa Inficréditos, liderado por la alcaldesa Johana Aranda, se ha convertido en un salvavidas para ellas. 

Durante años, la desesperación por mantener sus negocios a flote las llevó a recurrir a los temidos préstamos ‘gota a gota’, donde el dinero fácil se paga con intereses imposibles y miedo constante. Cada día era una batalla por cubrir las cuotas, evitar las amenazas y no dejar que la angustia apagara sus sueños. “Gracias a la alcaldesa Johana Aranda por pensar en nosotras, por ponerse en nuestro lugar”, expresó Diana Díaz, quien con los recursos otorgados a través de Infibagué logró consolidar su emprendimiento de artículos bordados personalizados. “Hoy puedo compartir tiempo con mi hijo, sacar adelante mi negocio y demostrar que sí podemos cuando nos dan la oportunidad”, agregó emocionada. 

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Otra beneficiaria, María Cristina del Pilar Hernández, quien dirige un taller de confección de prendas militares y recientemente abrió una tienda, también reconoció el impacto del programa. “Los préstamos de Infibagué nos han servido muchísimo. Ningún banco nos presta si no tenemos casa, carro o fiadores. Pero aquí sí confiaron en nosotras y en nuestro potencial como emprendedoras”, contó con orgullo. 

El programa Inficréditos entregó en su primera fase 369 préstamos por un valor de $484 millones, y en lo corrido de la segunda fase ya suma 40 créditos más. La iniciativa busca fortalecer el desarrollo económico de Ibagué y erradicar las prácticas abusivas de los préstamos informales. 

Los microempresarios pueden acceder a créditos desde $300.000 hasta $8 millones, con subsidios en las tasas de interés que van desde el 100% hasta el 30%, dependiendo del monto solicitado. Más allá de los números, lo que brilla en estas historias es la posibilidad de volver a creer. Diana y María Cristina son solo dos ejemplos de cómo la confianza y las oportunidades pueden transformar la angustia en esperanza y el esfuerzo en progreso.

*Con información del boletín de prensa de la alcaldía de Ibagué