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El FELIT, una escuela del pensamiento universal
Desde el 6 de noviembre, la plaza Manuel Murillo Toro de Ibagué vibra con la palabra, la literatura y la inteligencia. Allí se desarrolla el Festival del Libro del Tolima (FELIT 2025), convocado por la gobernadora Adriana Magali Matiz Vargas y organizado por Pijao Editores, bajo la dirección de los escritores Carlos Orlando Pardo y Jorge Eliécer Pardo.
Este evento de letras convierte al Tolima en escenario central de la cultura colombiana. Tres ex ministros, Miguel Merino Gordillo, Alberto Santofimio Botero y Jorge Valencia Jaramillo, y dos escritores, Germán Santamaría y Edgardo Ramírez Polanía, se reúnen en torno a la palabra para demostrar que la literatura y la reflexión pública siguen siendo las formas más nobles del pensamiento nacional, donde se reúnen con 100 expositores y editores del país y del exterior.
El Festival del Libro del Tolima (FELIT), se consolida como una liturgia civil del lenguaje. No hay en él competencias ni jerarquías, sino la voluntad de reunir a quienes creen en el poder del libro como testimonio de la sensibilidad y la conciencia. Entre los árboles y las palomas del parque Murillo Toro, la Biblioteca Darío Echandía y la Universidad del Tolima, la literatura abandona su clausura y se hace presencia, diálogo y memoria.
La convocatoria de la gobernadora Matiz reafirma que la cultura, más que un adorno institucional, es una política de Estado que dignifica la educación, fortalece la identidad y promueve el desarrollo humano desde la lectura y la palabra compartida.
El encuentro permite reconocer el papel decisivo de Pijao Editores, que continúa abriendo caminos a los escritores del Tolima y de toda América Latina. Desde sus catálogos, la provincia se proyecta al país con obras que confirman que la literatura no habita únicamente en las capitales, sino en los pueblos donde la voz del escritor dialoga con el rumor de la tierra. En este marco, la presencia del escritor y columnista permanente de este portal (El Cronista.co) Edgardo Ramírez Polanía, reafirma la madurez de una literatura que ha superado los viejos complejos coloniales para escribir desde su propio centro, con la fuerza de sus pueblos y la autenticidad de su historia. Su nueva obra Reflexiones de la Inconformidad (selección de columnas publicadas por este medio) que presenta en el FELIT, se une a sus libros Fragmentos de Luz de poesía, Las voces de la ausencia, Visiones y Relatos y El Holocausto Judicial.
Entre los invitados, el nombre de Germán Santamaría merece un lugar especial. Periodista, narrador y ensayista de reconocida trayectoria, su obra ha retratado la vida colombiana con una mezcla de lucidez y ternura, donde la memoria se transforma en estilo y la experiencia en reflexión. Desde No Morirás premio Julio Cortázar, Ambalema, Los días del calor, Marilyn, Morir último, Colombia y otras sangres, Santamaría ha sabido convertir el lenguaje en una forma de indagación moral, un espejo de la condición humana y de las contradicciones de la modernidad. Su presencia en el FELIT es una celebración del oficio literario y del valor de la palabra como conciencia crítica de la nación.
Junto a él, el exministro y poeta Jorge Valencia Jaramillo aporta la voz de una sensibilidad que ha hecho del verso un territorio de introspección y memoria. Libros como El corazón derrotado, Memorias de la muerte y el amor, El silencio de la tormenta, La felicidad en la sombra, La luz imposible, La agonía sin fin y Huracán en el paraíso conforman un universo poético donde conviven la fragilidad humana y la persistencia de la esperanza. Su obra confirma que la política, cuando se mira desde la poesía, también es una forma de preguntarse por el destino del hombre y de su tiempo.
Por su parte, Alberto Santofimio Botero llega al FELIT con la voz de quien ha recorrido la plaza pública y la página escrita. Autor de una veintena de libros, entre ellos Última página, Con mi propia voz, Escritos periodísticos, Mi viaje por la palabra y Memorias fragmentadas, su escritura reconstruye episodios de la vida nacional, debates del poder y pasajes íntimos de la historia reciente. En su obra, la memoria política se convierte en reflexión escrita, y el registro testimonial se transforma en materia literaria, ofreciendo al lector una mirada directa a los escenarios donde se ha definido buena parte del rumbo del país.
El festival, más que un certamen, es una afirmación de la vida cultural. La concurrencia de exministros, escritores y lectores de todas las edades demuestra que el Tolima conserva intacta su vocación de pensamiento. En tiempos donde la distracción digital amenaza con diluir la memoria, la palabra recobra en Ibagué su peso original: la de ser vínculo, resistencia y esperanza. Cada libro que pasa de mano en mano, cada voz que se alza en lectura o conversación, confirma que la literatura sigue siendo una forma superior de libertad y un signo visible de civilización.
FELIT 2025 deja en evidencia que un pueblo que lee, escribe y conversa no está condenado al silencio. Que la palabra sigue siendo la raíz de la identidad y el aire donde respira la inteligencia colectiva. Bajo el impulso de la gobernadora Adriana Magali Matiz y la visión de Pijao Editores, el Tolima se reafirma como territorio del verbo y de la creación. Y en esta fiesta de la palabra, donde se abrazan la política, la memoria y la imaginación, la literatura colombiana vuelve a demostrar que todavía tiene mucho que decirle al mundo.
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