Opinión

El rumor o chisme en la organización

El rumor o chisme en la organización

Existen dos tipos de chismes o rumores dentro de una organización que puede ser novicos desde todo punto de vista, el primero de ellos tiene que ver con la marca - producto y el segundo a nivel interno, con el clima organizacional. 

Controlar los dos es compromiso de todos los integrantes de la empresa. Quizás el primer tenga una resolución mucha más fácil, como quiera que existe un equipo interdisciplinario que cuenta con todas las herramientas para hacer que esa resistencia se convierta en resilencia; además que cuando se meten con la comida de la gente todos jalan el barco en una misma dirección. 

¿Pero qué ocurre cuando el problema es interno?. Celos, envidias, protagonismo, injusticias, no valoración del trabajo, no diferenciación entre el campo laboral y personal, por nombrar algunos ejemplos. 

¿Es igual para una emrpesa pequeña que para una grande?. La respuesta es SI, es igual. El chisme o rumor siempre afectan a las personas que tienen dos posibilidades:  buscar la fuente o omitir el mensaje.

Diferenciemos en primer lugar qué es chisme, qué es rumor, qué es una murmuración? 

El chisme es un comentario real o no de un hecho que al comunicarlo a un número de personas se convierte en un problema social. La mayoría de los chismes tienen su picante, sus disociar, su mentira. El chisme permite que al llegar al último receptor del mensaje llegue tan distorsionado que no se pueda conocer la verdad. En el chisme el último en enterarse de lo courrido es el afectado. 

El rumor, hace parte del chisme, es la fuente que ayuda a alimentar el chisme, es una suposición, es un punto de vista de una persona sobre el hecho cierto o no. Las murmuraciones es hablar del tema que compone el chisme, es el divagar frente a un hecho, pero la murmuración puede llegar a ser el inicio del rumor y del rumor al chisme. 

En las organizaciones el problema no es fácil de solucionar. Estudios realizados por diferentes teóricos demuestran que el chisme puede terminar con la vida de una persona, su reputación, su estilo de vida. El chisme puede ser una herramienta que permite la solidaridad del grupo de trabajo, pero su mal intención puede terminar con un departamento o área, inclusive hasta con la misma empresa. 

El chisme, según el antrópólogo Óscar Iván Ortíz genera estatus, y ese estatus sin importar la condición social determinan las relaciones afectivas de las personas. 

El rumor ayuda a las personas de una área derterminada a tener cierta ventaja frente a los pares de compañía. Cuando tienes información privilegiada de cierto campo de la empresa, se ejerce un poder que sublima y que lleva en muchos casos a distorsionar la realidad. 

Pongamos ejemplos: qué pasa cuando la secretaria del jefe se convierte en su confidente, cuando sabe de sus aventuras. A parte de este perder autoridad frente a su subalterno, ella gana autoridad que puede manipularlo para ciertas ventajas con ella misma. 

Y si él o ella se convierten en pareja clandestina dentro de la organización y en su afán de demostrar que tiene ese trofeo comete la imprudencia de decirlo. Ya son tres o 4 o 6 las personas que tienen cierta autoridad y manipulación dentro del área donde laboran. La premisa administrativa dice (la vagina o el pene no se mezclan con la nómina)

El chisme, el rumor y las murmuraciones siempre estarán presentes en nuestras vidas, nos encanta en un mayor o menor grado informanos de lo que ocurre a nuestro alrededor. 

No hay estudios a ciencia cierta que digan que el hombre o la mujer son mas chismosos. Todos somos chismosos, todos comentamos. Pero para parar un chisme o un rumor en nuestra empresa y en nuestra vida se requieren de estas tres herramientas simples: Llegar a la fuente del chisme si es en contra nuestra. No comentar de manera novica del hecho o suceso, porque esto ayuda a la cadena de sucesos dañinos. Y si es posible decirle al afectado o afectados lo que esta ocurriendo, aunque esto traiga muchos problemas. Se trata de decirlo de una manera lineal, no protagónica, porque entonces entramos en el círculo de poder en la información. 
 

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